jueves, septiembre 26, 2013

Otra primavera vendrá

En otoño estamos y mi jardín, que no ha tenido un buen verano, empieza a echarme en cara mis descuidos. Con las obras en la casa de al lado hemos usado muy poco el porche: ojos que no ven … ya saben. Me siento culpable; ahora es un poco tarde para resucitarlo. Otra primavera vendrá .
Algo parecido dice Ángel González




Ángel González

NADA ES LO MISMO


La lágrima fue dicha.
Olvidemos
el llanto
y empecemos de nuevo,
con paciencia,
observando a las cosas
hasta hallar la menuda diferencia
que las separa
de su entidad de ayer
y que define
el transcurso del tiempo y su eficacia.

¿A qué llorar por el caído
fruto,
por el fracaso
de ese deseo hondo,
compacto como un grano de simiente?

No es bueno repetir lo que está dicho.
Después de haber hablado,
de haber vertido lágrimas,
silencio y sonreíd:

nada es lo mismo.
Habrá palabras nuevas para la nueva historia
y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.




viernes, septiembre 13, 2013

La Casa Rosada: Sin vuelta atrás

Este ha sido para mí un verano raro. Volví de España a  principios de junio  llena de vitalidad y proyectos. Poco a poco fui  posponiéndolos, no sin frustración y un negro nubarrón que apenas me acaba de dejar. Todo empezó con el nido en el abedul frente a mi ventana.  Pasé días y horas sentada en  posiciones que nunca creí conseguir, y menos  con  total ignorancia del yoga. Esos hermosos acechos a la familia de Petirrojos me dejaron con una ciática de aúpa que duraría varias semanas. El remedio, “Naproxen 500 mg”… Duré una semana antes de descubrir que lo que aliviaba el punzante dolor  estaba corroyendo las paredes de mi estómago.  Ahora  lo urgente era atacar la llaga con antiácidos a todas horas. Mi estómago  empezaba a recuperarse...  Entre tanto, y todavía no entiendo por qué, mi tiroides se sintió abandonado y daba señales desconocidas por su intensidad: insomnio, cansancio, rayando en una   fatiga  que me hacía dejar la cama por el sofá. Los nubarrones se metían en casa nada más amanecer y los amenazantes ruidos no cesaban en el exterior.
Al mismo tiempo, la Casa Rosada la iban desvistiendo de su candor: aparecían las oscuras maderas centenarias suplicando que les echaran encima una capa que protegiera su esqueleto.
De vuelta a casa un día, la descubrí en su total desnudez; un escalofrío me recorrió el cuerpo. Pensé en Mimí y de ella me  sigo acordando cada vez que – con reserva y pudor –miro la destrucción y progreso de las obras. Me preguntaba cómo se habría sentido ella si hubiera visto de su casa  apenas el cascarón. Dónde habitaría su espíritu y el de sus padres y hermana-- pintores toda una vida. La he sentido cerca, sobre todo cuando miro el jardín cubierto  de deshechos: maderas – avejentadas por fuera, pero rosadas, erectas en su interior. Las antiguas cañerías, estiradas como tripas puestas al sol. Tanta ventana desencajada ahora en el contenedor esperando no sé qué destino. Ahí están, de momento, esos cristales de aguas mágicas que tanto me han ensimismado.

 Hoy... ventanas nuevas.
Panorámica




ventanas negras!!!

Otoño:malos augurios 

martes, septiembre 10, 2013

Pablo Maurer. Debut en NPR






Creo que ya les he dicho que la afición de mi hijo Pablo al fútbol viene de jugar en el Retiro con  los niños madrileños durante nuestras vacaciones de verano en Madrid. No tendría  más de 5 o 6 años cuando, con toda soltura, interrumpía el juego y atraía la atención de los  futbolistas – tenía mi nene una pinta de americanito…
Con su balbuceante español, no sé lo que les diría, o cómo lo diría, pero lo acogían con gran respeto. Su hermano mayor, más reservado, sentado con nosotros en un banco esperando que Pablo viniera a rescatarlo del aburrimiento y la pelusilla…En menos de cinco minutos, Pablito paraba el juego y el grupo se reunía como si de una estrategia de gol se tratara. Pero no, en unos segundos venía corriendo hacia nosotros : “Danny, que dicen que sí, puedes  jugar!”… y se llevaba al hermano que, para hacer justicia, tenía gran habilidad para los deportes desde que empezó a andar a los nueve meses. En fin, recuerdos… muy buenos recuerdos de aquellos  veranos.

Pero todo lo que aprendió Pablo sobre el futbol, no fue en kindergarten, lo aprendió a los 13 años: pasó un semestre en Madrid con mi familia y tuvieron el detallazo de hacerlo socio del Atlético de Madrid.
 Después de la comida del domingo los tíos y primos se iban al partido…pero Pablo, antes  del postre, se levantaba y los dejaba plantados par ir “solo y en metro” al estadio; cuando podría haber ido en coche. Menudo poder le dieron  a este chaval con el carnet del Atleti… Poder que le ha durado hasta hoy.

NOTA:Se me olvidó decir que si pinchan en el título, o la foto, les llevará al texto. Allí, si pinchan en LISTEN podrán oírlo. Buena práctica para los que saben inglés!










lunes, septiembre 09, 2013

Entrevista de Charlie Rose a Assad.



Excelente entrevista que  les aclarará a muchos la situación y la complicará para otros; me incluyo en este último grupo. Merece la pena verla, indiscutiblemente.