domingo, diciembre 28, 2008

UNAS NAVIDADES DE PERROS

Y literalmente así han sido. La llegada de Grady, el recién adoptado galgo de uno de mis hijos, ha sido durante unos días motivo de preparación mental… casi ansiedad. ¿Cómo reaccionaría este joven y elegante gigante cuando lo rodearan mis tres amistosos perrillos, ya en la cuarta edad? ¿Debería yo guardar las piezas de cerámica más queridas? Había que contar con la posibilidad de que mis enanos no aceptaran a Grady con la cordialidad que las fiestas requieren. Están mal criados, lo reconozco; ni siquiera saben que es Navidad y que en estas fechas hay que hacer de tripas corazón

Ocupada por otros quehaceres, Grady se presentó en casa acompañado de sus ‘confiados’ dueños - ni lo sujetaban con la correa - antes de que me diera tiempo a hacer nada práctico. Ahí estaba, en la entrada de la casa. Toby, Tana y Chiqui husmeando sus largas patas y él --con su escultural cabeza-- observando al trío, uno tras otro.


Más relajada que la mayoría de las presentaciones entre humanos estaba resultando ésta.


A continuación Grady, seguido de los tres mosqueteros y de mi inquieta mirada, se dio un paseo por la casa: pasaba cuidadosamente entre sillas, mesas, cortinas, cerámica, alfombras…de la forma más civilizada y elegante que nadie antes lo ha hecho en esta casa: sin tropezar, sin mover la cola, levantando la cabeza para no dar con su larga nariz con ningún objeto, aun si era comestible… Ya, en el segundo piso, se subió en el trillado sofá para mirar por la ventana; los perrillos lo seguían con curiosidad y complacidos de que contemplara la vista de la que ellos disfrutan diariamente. Finalmente se acomodó en el otro sofá y como todo un caballero, sin pipa ni pantuflas, se reclinó en los cojines y se echo una siesta.



Chiqui, cariñosamente, le hizo compañía durante un rato.

Grady ha sido la ‘persona’ más considerada de todo el grupo navideño. No ha ladrado, no ha roto nada, no ha requerido comidas exóticas ni bebidas caras, no ha dejado sus regalos, zapatos, abrigo, etc., por toda la casa… es más, en cuanto le dimos el osito de peluche que le habíamos comprado, acomodó su cabeza y lo usó de almohada al mismo tiempo que nos daba una mirada de profundo agradecimiento.


Esta mañana cuando me desperté hice lo acostumbrado: miré al pie de mi cama y conté las cabecitas que asomaban; cuatro tiene que haber ya que también suele estar la gata. Pues no, esta mañana sólo había dos. Lo primero que se me ocurre, en casos como éste, siempre es ‘lo peor imaginable’: “Anoche, cuando salieron a hacer sus necesidades, nos dejamos a Toby en el jardín”… Lo llamo, lo busco, subo y bajo escaleras, abro y cierro puertas…Me encuentro en pijama y descalza en el jardín (¡bendito el ‘global warming’, hoy hace un día otoñal!) y cuando estoy enfrente de la casa llamándolo como una loca…todavía en pijama, mi marido me dice que Toby y la gata están en el tercer piso durmiendo con el galgo.

Grady acaba de volver a Washington. Toby anda desquiciado ladrando por la casa …


Se ha quedado tendido a la entrada de la puerta principal. ¿Esperara su vuelta? Me pregunto cuánto tardará en olvidarlo. Después de un buen rato lo he cogido en mis brazos; esta titiritando pero sé que no es de frío. Su desconcierto es bien grande: durante un rato lo acurruco entre mi cara y mi hombro, a falta de una mecedora lo balanceo en la silla giratoria de mi escritorio al tiempo que le acaricio la nuca y le susurro “Mamma loves you…Toby is a good dog…” Después de unos diez minutos deja de temblar y como se haría con un bebé lo deposito entre los cojines del sofá…La tierna edad, la vejez, la confusión, los humanos, los animales…Nada cambia por ser Navidad.




jueves, diciembre 18, 2008

LA LOTERÍA

Vuelvo a mirar la entrada anterior, “Slovenly Peter”, y las ilustraciones saltan a mi vista un tanto disonantes con el tono del blog: las tijeras de sastre, el acoso de las abejas, el cuerpo de Peter desmembrado… No menos fatalista anda mi mente estos días; no es para menos. Aunque uno dejara de ver las noticias o leer los periódicos, todavía le quedarían la calle, el supermercado, las rebajas prenavideñas. Los jubilados sacando botellas y latas de los contenedores de reciclaje para venderlas. Ha aumentado el número de los que lo hacían regularmente, nuevas caras aparecen.

Había pensado escribir sobre el cierre de “Linens .N.Things”, una cadena de tiendas donde durante años he comprado toallas, sábanas, utensilios de cocina y otras cosas necesarias para el mantenimiento de la casa. Dos veces fui la semana pasada y el espectáculo era patético. Buscaba una buena sartén para la tortilla de patatas. No la encontré. Realmente era difícil encontrar lo que necesitabas; todo lo que quedaba eran cosas dispares, eso sí, rebajadas a un 70%.

Con esos precios habría que meterse a la caza de algo útil…¡digo yo! Así encontré una colcha que usaré como cortina, y unos Kilims con los que cubriré los cojines del sofá; todo por un total de cuarenta y nueve dólares.

Mi marido andaba metido entre las estanterías, mesas, carritos…todo lo que componía el armazón de la tienda. Estanterías que no entrarían por la puerta de la casa… pero estanterías. Cada vez que daba la vuelta a la tienda - en forma de laberinto - tropezaba con él mirando algo absurdo que no nos serviría para nada pero, en fin… Cuando me acerqué me enseñó un par de mamotrecos de estantes que, según él, irían de maravillas en el sótano para poner todo lo que está por el suelo… Le recordé que lo que está en el suelo son cosas para la basura. Teníamos que salir con algo, eso lo sabía; habría sido como llevar a un niño a una fábrica de caramelos y no comprarle un chupa-chús.

Nos dimos un par de vueltas más y, desde lejos, divisé una estantería de tamaño mediano con ruedas al estilo de las que hay en las bibliotecas. A los lados delicadas barras de no sé qué metal, y los estantes de conglomerado cubiertos por una lámina de arce. “Atractiva…” como lo que siempre he andado buscando”, dijo él. No estaba muy convencida pero… ¿Quién le iba a decir que no? A mí no me gusta que me digan no, así que yo evito decirlo cuanto puedo. Si cabe en el coche cabe en la casa, es mi teoría.

A la salida nos encontramos con un chico de unos treinta y pocos que repartía diligentemente unas hojas publicitarias; buscaba trabajo. Según la lista, hace de todo: puede instalar nuevas ventanas o abonar el césped; reparar el tejado o quitar la nieve de la acera, construir un porche o… “NO JOB TOO SMALL”.

De camino al aparcamiento nos dimos cuenta que en el anuncio, el correo electrónico estaba mal escrito. Volvimos con el coche a la puerta de la tienda y lo buscamos - quién sabe cuántas hojas habría repartido- ya no estaba allí. Pero, en el anuncio de Mike, así se llama este ‘manitas’ con quince años de experiencia, estaba su teléfono… ¿Quién usaría el e-mail, verdad? Cuando llegamos a casa lo llamamos para avisarle del error.
La respuesta: la grabación de una señorita, con una voz muy sexy, que anunciaba “the number you have called is out of service at the moment”. Me entraron ganas de llorar.

Dije al principio que ‘HABIA pensado escribir’. Veo que lo he hecho. No creía que me fuera posible.

En cambio quería dejarlos de buen ánimo y hablarles de mi billete de lotería. Mi primer billete de lotería navideña.

¿Y si me tocara? La familia de mi padre, incluido él mismo cuando vivía, tiene suerte con la lotería… ¿Por qué no la tendría yo? Pues seguro que no: soy afortunada en el amor… Eso siempre me ha frenado a comprar un décimo, por si ganaba.

Pero este año mi amiga Lola me ha mandado el billete que ven ahí arriba: “para que tus sueños se hagan realidad” me escribe.

Cuando estuvo aquí este verano, hablamos de futuros proyectos imposibles. Lola siempre tiene soluciones para todo: la lotería…su casa, su familia, su coche… Su generosidad, que no tiene limites. Con amigos así, ¿quién necesita ‘el Gordo’?:
YO ¡Para estar cerca de ellos!
¡Que aunque nos toque la lotería, conservemos la salud y la amistad en el próximo año!

miércoles, diciembre 10, 2008

PEDAGOGIA: SLOVENLY PETER, PEDRO EL GUARRO



Slovenly Peter es uno de los libros que mi marido sacó de la biblioteca de su padre a escondidas. Favorito de él y sospechó que también de sus cuatro hermanos. Se adelantó a ellos hace más de dos décadas. Me podría haber servido de guía para educar a mis dos hijos, pero me pareció de tal crueldad que lo puse fuera del alcance de ambos hasta que tuvieran la suficiente madurez para digerir 'la dura disciplina alemana' de finales del XIX para los pequeños.

Esta joya debió de tener bastante éxito en una familia como la de mi marido...El libro está hecho trizas, le faltan páginas - aunque es difícil saber ya que no están numeradas - también da señales de haber sido arrancado de manos sucias y garfias por los "slovenly" cinco...
El padre de mi suegro lo compró en 1917 en Filadelfia, en una librería alemana. Definitivamente dio resultado con la educación de él y sus hermanas…

Durante un tiempo me arrepentí de no haberlo usado en la de mis rebeldes mocosos. Se me ocurre que toda esa rebeldía debia ser creatividad mal entendida. Hoy dos hombres de los que estoy orgullosa. Aunque los dos ‘juran’, y nadie les va a convencer de lo contrario, que cuando eran niños les lavamos la boca con jabón por decir palabrotas.
Este es el lastre dejado por las vívidas y coloridas ilustraciones de Slovenly Peter. Ilustraciones que dos niños vieron cuando su madre creía que tenían la madurez suficiente para apreciarlas sin que les impactara.
Nos hemos tenido que resignar y ya no discutimos el caso del jabón. Lo más parecido a esta historia podría ser que su padre - influenciado por Slovenly Peter - los amenazara con hacerlo. Pero nunca ocurrió…No delante de mí!

El chupadedos....



La glotona...
El goloso...

La llorona...que pierde los ojos...

La orgullosa... que acaba con un cuello de un metro....


Y el que mas me gusta.... Jimmy Sliderlegs!

















domingo, diciembre 07, 2008

GENOCIDIO

La palabra genocidio tan familiar para las generaciones presentes fue creada por Rafael Lemkim, judío polaco, en 1944. Proviene de las raíces - genos (término que significa familia, tribu o raza) y -cidio (del latín-cidere, matar). Lemkin quería referirse con este término a las matanzas por motivos raciales, nacionales o religiosos: “Por genocidio queremos decir la destrucción de una nación o un grupo étnico” (Axis Rule in Occupied Europe ix. 79). Luchó durante años para que las normas internacionales definiesen y prohibiesen el genocidio.
Así empieza el programa de CNN, con Christiane Amampour que, minutos después de dejarlos a ustedes con las historias de los gatos me disponía a ver.
Me sorprendió lo reciente de la palabra misma ya que desde tiempos bíblicos han existido estas matanzas.También el admirable tesón, hasta su muerte, de Lemkim y después el de otros muchos que han estado conectados con genocidios posteriores al de la Alemania Nazi.

“Lemkin y la Convención para la prevención y sanción del genocidio. 1948”
“A pedido del secretario general de la ONU, Lemkin, asistido de los destacados juristas Vespasiano Pella y Donnedieu De Fabres, ayudó a preparar el primer borrador de la Convención sobre Genocidio y el 9 de diciembre de 1948, la Asamblea General votó y aprobó la Convención para la prevención y sanción del genocidio; por primera vez las Naciones Unidas adoptaba un tratado sobre derechos humanos.
Lemkin, el infatigable campeón de la Convención, pensó que nunca llegaría el 9 de diciembre de 1948. Cuando lo hizo, estaba de pie en la galería de prensa del Palais de Chaillot en París, y no quitó los ojos del debate de la Asamblea General, controlándose para no interferir. Por último, llegó la votación. Cincuenta y cinco delegados votaron por el sí. Ninguno votó en contra. Justo cuatro años después de que Lemkin presentase el "genocidio" al mundo, la Asamblea General aprobó en forma unánime una ley que lo reprimía.”
Artículo completo http://tinyurl.com/6luaqq

El programa presentado por Christian Amampour Scream Bloody Murder es de gran interés y, como todo lo que ella hace, serio y completo. Espero que lo puedan ver. Desconcierta recordar hasta donde puede llegar la maldad de los seres humanos cuando se organizan, y lo torpemente que nos movemos y actuamos, los que observamos, para impedir estas injusticias.

Resumen: http://www.cnn.com/2008/WORLD/europe/11/20/sbm.overview/index.html



Se centra en los siguientes países:
CambodiaRwandaBosnia and HerzegovinaThe HolocaustDarfurIraq








miércoles, diciembre 03, 2008

COMO MEDICAR FACILMENTE A SU GATO....by Coco

Buscando en la Red al Coco que visitaba este blog (sí, el que nos hizo la tortilla onanista) me encontré con “soy coco”... quien me asegura no tener nada que ver con su tocayo: “lo malo abunda”, me dice este otro coco.

Desde que lo encontré – al segundo Coco - vuelvo, (de cuando en cuando y de incógnito) a visitar sus intimos silencios: me gusta su vena poética y casi fatalista, su trasnochado romanticismo y su original sentido del humor, con frecuencia rayando en lo absurdo de la existencia.
Así encontré estos consejos sobre cómo medicar a un gato. Mis experiencias con Chata, mi gata, me dicen que sólo alguien que convive con gatos podría haber escrito estos catorce TRONCHANTES mandamientos. ¡Qué los disfruten!



Gracias COCO.



Guías prácticas paso a paso.
Primera entrega: cómo medicar fácilmente a su gato.

Antes de iniciar el proceso descrito en la presente guía, deberá usted adquirir el medicamento en cuestión. En este caso, y a modo de ejemplo, se utilizará un "antibiótico de amplio espectro dosificado en prácticas ampollitas de cristal de 5 ml. Agradable sabor. Via oral".

Paso 1: Disponga la comida predilecta de su gato en cantidad generosa. Enciérrese sigilosamente en el cuarto de baño para que su mascota no observe sus maniobras y no sospeche. Vierta sobre tan magnífica vianda, una de las ampollitas de 5 ml. Remueva con una cuchara o tenedor. Coloque la mezcla obtenida en el recipiente donde su gato se alimenta habitualmente. Llámelo cariñosamente.

Paso 2: Transcurridos dos días, deposite el contenido del recipiente (intacto) en el cubo destinado a la basura orgánica.

Paso 3: Repita el paso 1 con un entrecot de ternera de primera calidad y/o con una paella marinera aderezada con marisco recién pescado en la Costa Brava.

Paso 4: Repita el paso 2.

Paso 5: Olvídese del antibiótico por un momento y ofrezca usted a su gato las sobras del frigorífico. A estas alturas llevará más de cuatro días sin probar bocado.

Paso 6: Observe feliz y plácidamente cómo ese hijo de la gran puta devora hasta el último pedazo.

Paso 7: Sujete al gato con el brazo izquierdo, dulcemente, como si se tratara de un bebe, al tiempo que mantiene la ampolla de antibiótico oculta en la palma de la mano de esa misma extremidad. Utilice los dedos índice y pulgar de la mano derecha para ejercer una leve presión sobre las mejillas del animal. Cuando la mascota abra la boca, introduzca un extremo de la ampolla, previamente abierta, y espere a que el animalito trague el medicamento.

Paso 8: Recoja la ampolla del suelo, limpie las manchas de antibiótico del techo, haga descender al gato de las cortinas (se recomienda utilizar unos guantes de jardinero y unas pinzas de barbacoa), cámbiese la camisa hecha trizas, desinfecte los arañazos de la mejilla con Betadine y limpie la sangre de la alfombra.


Paso 9: Coloque a su mascota boca arriba, sobre la cama, y ate sus extremidades a cada una de las patas de la misma. Ábrale la boca ejerciendo palanca con un
destornillador e introduzca directamente en su interior una ampolla entera, con la certeza de que medio mundo no puede estar equivocado y los gatos comen de todo, "total-un-poco-de-cristal-no-le-hará-daño".

Paso 10: Extraiga las astillas de vidrio de la palma de su mano con sumo cuidado, utilizando unas pinzas de cirugía. Deposite el colchón hecho trizas en elcontenedor de basura inorgánica y los restos de la cama en el vertedero para muebles desechados.

Paso 11: Pida ayuda a un vecino. Enrrolle al gato en una toalla dejando únicamente su cabeza libre. Mientras el vecino se sienta sobre su mascota en cuclillas, aprisionándola fuertemente entre las piernas. Utilice una pajita de plástico, donde previamente habrá aspirado desde la ampolla el antibiótico (vaya con cuidado al ejecutar este paso si lo hace sorbiendo, por si el medicamento entra en contacto con sus labios y es usted alérgico al mismo). Introduzca la pajita entre los dientes del gato y sople enérgicamente.


Paso 12: Llame a su madre para preguntar si es usted alérgico a los antibióticos. Tome varios tragos de su bebida favorita para eliminar esa sensación nauseabunda. Escriba una carta a la empresa farmacéutica describiendo las diferencias entre "agradable sabor" y "brebaje vomitivo e infernal". Pida disculpas a su vecino por el mordisco que le ha propinado su gato en la entrepierna y lamente con él la irremediable pérdida de sus testículos. Acompañe a su vecino a urgencias.

Paso 13: De vuelta a casa, deténgase en IKEA para comprar una cama nueva, y en el conservatorio de música para inscribir a su vecino en el típico curso "aprenda a cantar como Montserrat Caballé".


Paso 14: Llame a su veterinario para comunicarle que, inexplicablemente, ha utilizado hasta la última ampollita de antibiótico y su gato, lejos de experimentar mejoría, agoniza a causa de la infección. Con un poco de suerte podrá convencerlo de que le administre una inyección letal. Al gato no. A usted.
Adolfo loved the piece and sent me this translation:

How to Give Your Cat Its Medicine

A Practical Step-by-Step Guide

Before beginning the process described in the present guide, please acquire the appropriate medicine. In this case, for example, we will use a “wide-spectrum antibiotic in convenient, individual 5 ml glass vials. Pleasant tasting. By mouth.”

1. Set aside a generous portion of your cat’s favorite food. Sneak into the bathroom so that your mascot has no suspicion of what you’re about to do.
Pour one of the 5 ml vials on top of that feast and stir with fork or spoon. Place the mixture in your cat’s dinner bowl. Affectionately, summon the cat.

Step 2. Two days later, deposit the (entire) contents of the food dish in the container you use for compost.

Step 3. Repeat step 1 with a first-class cut veal cutlet and/or with a seafood paella, with fresh shellfish from the Costa Brava.

Step 4. Repeat step 2.

Step 5. For the moment, forget the antibiotics and offer your cat leftovers from the refrigerator. It will have been four days before he has had a bite to eat!

Step 6. Enjoy watching how the son of a bitch gobbles down every last bit of it.

Step 7. Cradle the cat gently in your left arm, as if it were a baby, while concealing the vial of antibiotics in the palm of the hand of said extremity. With the thumb and index finger of your right hand, press gently on the animal’s cheeks. When your mascot opens its mouth, insert the tip of the previously-opened vial and wait for the little bugger to swallow the medicine.

Step 8. Pick up the vial from the floor, clean the spots of antibiotic off the ceiling, get the cat down from the curtains (highly recommended: gardeners gloves, barbecue tongs), change your shredded shirt, disinfect your scratched face with Betadine, and clean the blood off the rug.

Step 9. Place your cat on the bed and tie his extremities to the four bedposts. Pry open his mouth with a screwdriver and insert an entire vial, with the certainty that hey, half the world can’t be wrong, cats eat everything, and anyway, a little glass never hurt anyone.

Step 10. With extreme caution, using surgical tweezers, extract the splinters of glass from the palm of your hand. Put the shredded mattress in the receptacle for non-organic trash, and the remains of the bed in the dumpster for discarded furniture.

Step 11. Ask a neighbor for help. Wrap your cat in a towel, leaving only its head free.
While your neighbor squats over your cat, trapping him firmly between his legs, suck the contents of the vial into a plastic straw (do this step very cautiously if you are sipping the medicine, for it may come into contact with your lips, and you may be allergic to it.) Insert the straw between the cat’s teeth and blow energetically.

Step 12. Call your mother to ask if you’re allergic to antibiotics. Take a few shots of your favorite drink to get rid of the nauseating taste. Write a letter to the drug company describing the difference between “pleasant to the taste” and “revolting, infernal potion.” Ask forgiveness of your neighbor for the bite your cat gave him between his legs. Grieve with him over the irremediable loss of his testicles. Accompany him to the emergency room.

Step 13. On the way home, stop at IKEA to buy a new bed, and stop at the Conservatory to enroll your neighbor in a course called “Learn to Sing Like Montserrat Caballé”.

Step 14. Call your veterinarian to tell him that, inexplicably, you’ve used every single vial of antibiotics and that your cat, far from getting better, is dying because of the infection. With a bit of luck, you’ll be able to convince him to give you a fatal injection. Not for the cat. For you!

sábado, noviembre 29, 2008

CIVICS LESSONS


Este largo y tranquilo fin de semana de Thanksgiving, en EE.UU. sólo ha sido interrumpido, para algunos, por las noticias que durante tres días nos han llegado de la India. Una vez más la violencia ejercida por grupos radicales se ha llevado por delante a un gran número de personas ajenas a sus motivos. La violencia sólo engendra violencia y es contagiosa.

¿Dónde acabará este incidente?

La situación económica en que nos encontramos se nota en las calles de Boston. ‘Black Friday’ o la ocasión más grande del año para hacer las compras prenavideñas a un precio módico no ha resultado tan frenética como en otros años. ¿Se puede ver esto como augurio de una Navidad más austera y sensata? Ojalá, aunque se nos anima al consumismo como solución a la crisis financiera por la que pasamos. Pero para consumir hay que tener dinero y por lo tanto un empleo, etc. etc.,

En mi caso, además de disfrutar de mi familia, me he pasado dos días buscando mis antiguos pasaportes y otros documentos enterrados. Ni que decir tiene que abrir viejas cajas y cajones que se atrancan te lleva a un viaje en el tiempo que puede resultar agridulce pero sorprendente: antiguas fotos, recibos, tarjetas de felicitaciones, alguna que otra carta que se escapó de la quema…Todo aparece… menos uno de mis pasaportes, el más crucial. En él está registrado que pasé un año en España en 1980/81. Estas son las irregularidades que quieren ver. Me imagino que, como hace tanto tiempo, no va a importar; sería significante si este viaje lo hubiera hecho en los últimos cinco años.

El próximo martes me presento a mi - última y definitiva- cita con el gobierno americano para mi nacionalización. Tengo que reunir una larga lista de documentos y entre ellos ‘todos los pasaportes que haya usado desde que llegué a este país’ Lo sorprendente es que sólo me falte uno; nunca creí que volvería a necesitar un pasaporte anulado, si guardé los otros fue por puro sentimentalismo.

Hoy me he puesto a repasar el folleto que publican para pasar este examen. Lo tendré que hacer con la misma seriedad que estudié hace años para ser funcionaria del estado español. Lo irónico es que después de años de seguir la política de este país, especialmente los últimos años, con la guerra de Irak, las elecciones… Trabajar en casa me permite - si quiero - tener CNN todo el día puesto…Lo que decía, sería irónico que suspendiera el examen, pero posible, ya que las preguntas que te hacen son las típicas de lo que se aprende en la escuela primaria. Ya os contaré si paso o me devuelven a mi país de origen… ¡Qué ya no sé cual es!

Aquí os dejo algunas; a ver si las podéis contestar.

- color de la bandera
- cuántas estrellas tiene…cuántas franjas
- cuantos estados hay
- cómo se llaman los cambios a la Constitución
- cuántos senadores hay … cuántos representantes
- cuál es el estado 49…y el 50
- presidente durante la guerra Civil
- autor de la Declaración de la Independencia
- quién dijo: “dame libertad o la muerte”
- cuáles eran los 13 estados originales
- cómo se llama el himno nacional …quién lo escribió
- qué tipo de gobierno tiene EE.UU.


Hala, a contestar. Son las facilitas. No se les ocurra gastar bromas. Mi blog está vigilado por la CIA, es la única explicación que tengo para haber tardado dos años en llegar a este momento. Si me suspenden, los haré responsables.

jueves, noviembre 20, 2008

DE MIS SOLEDADES VENGO


No sé cuándo empecé a notar que Soledad buscaba mi compañía; no hace mucho. Tenía que quitármela de encima, ¡con lo ocupada que estaba yo! Empecé enseñándole un poco sobre cerámica, pintura, jardinería… pero esta endemoniada no tenía saciedad… todo se lo tragaba y en unos meses pedía más. La literatura la había tenido entretenida pero ahora no le bastaba, es más, le aburría. Recurrí a las piedras, sus cualidades, colorido, dureza… le advertí sobre la adulteración por la que pasan las piedras en estos duros tiempos … Pasé a inspirarla en el diseño… eso la tendría absorta, ¡quién sabe cuánto tiempo! Le hice componer cientos de collares, cada cual con su personalidad… Pero la ladrona se empezó a aburrir y, sin que yo me diera cuenta, repetía ciertos patrones y colores, hasta que ella misma se cansó y renegó de ellos.

Me sigue y me atosiga…

He intentado recordar cuándo demonios se coló en mi vida.

Pudo ser cuando mis hijos se marcharon a la universidad. Quedaron dos dormitorios libres, el frigorífico lleno de comida que nadie aprovechaba. El silencio de la casa la pudo conquistar. Pero no, lo que le gustaba a esta maldita era estar conmigo. Yo, demasiado ocupada para hacerle caso: tantos estudiantes, una nueva casa en Chicago que absorbía mi poco tiempo libre… veranos, inviernos, primaveras.

Cuando menos lo esperaba volvimos a Boston. Nuevos proyectos: otro jardín… cortinas, colores en las paredes…¡Tanto cuadro que colgar! Las piedras, los collares… Dejé de enseñar y empecé a trabajar en casa.

¡Ah!, eso es lo que la traidora estaba esperando para hacerse por completo conmigo… Ahora la ignoro, la espanto, la maldigo, la empacho y emborracho.

Esta descarada puede con todo, nunca me dejará.

Anoche buscaba unos documentos que necesito para finalizar el proceso de mi nacionalidad estadounidense. Entre ellos aparecieron fotos de hace años; los tiempos en que no conocía a Soledad… ni rastro de ella. Un antiguo cuaderno salió de una de las cajas. Era del primer año en la Facultad - en la Complutense - un cuaderno de apuntes. Hojeándolo vislumbré entre las páginas una letra que no era mía. Me detuve en esas páginas; parecía que en una clase, algún compañero (seguro que era un chico) había usado mi cuaderno para matar su aburrimiento. Me hacía preguntas, yo le contestaba escuetamente y no muy interesada en el juego:

- ¿En qué piensas?
- ¿Qué quieres ser?
- ¿Qué te importa?
- ¿Qué esperas de la vida?
- ¿Tu primer pensamiento al despertarte?
- ¿Tu último al acostarte….?

Y entonces…

- ¿Qué te entristece?
- “La soledad”
- ¿De quién? ¿de todos?
- “Soy muy egoísta… La mía”
- ¿Esperas salir de ella? ¿Cuándo?
- “Lo intento todos los días”

Estas respuestas de hace más de treinta años me han desconcertado. No recuerdo - ni puedo imaginarme - que a esa edad ‘temiera a la soledad’. Siempre fui una niña alegre; una adolescente con éxito: lo que hoy llamaríamos ‘popularidad’. Una familia que me quería. Ese año en la facultad disfruté hasta el máximo de la experiencia…

¿De dónde salieron aquellas respuestas? Las únicas autenticas del ‘tonto juego’ que ocupó tres folios de mi cuaderno de apuntes en 1974.
Why doesn’t Soledad leave me alone?
Oleo de Nick Patten

domingo, noviembre 16, 2008

Otoño, malos augurios


El otoño se nos ha echado encima de golpe. No sé por qué presiento que será un invierno largo y frío. Será que llevo semanas de frustración intentando preparar la casa con las típicas precauciones que el invierno de esta zona requiere.… Ahora estoy en proceso de que limpien los canalones. Han sido varias semanas de llamar a Mike, que los instaló hace tres años y ofrecía una garantía de ‘por vida’ a su servicio.

El moderno sistema de los sofisticados canalones (leaf guard) supuestamente impide que las hojas de los muchos árboles que nos rodean los atranquen. Este verano con las lluvias torrenciales que tuvimos me di cuenta de que el agua se acumulaba en los que enmarcan el tejado principal y los desagües no acarreaban la cantidad de agua esperada. Ya, dispuesta a llamar a otra compañía, apareció hace unos días un joven que decía llamarse Mike y que era el dueño. Le expliqué, quería aclarar la confusión, que el Mike con el que hicimos el contrato era un hombre de unos cincuenta y tantos, alto, de buen talante y formal. El joven - ruborizado - dijo que él era el hijo; su padre había muerto, hacia dos años, de cáncer de pulmón. La noticia me desconcertó: las llamadas que había hecho a Mike, los recados malhumorados que le había dejado, las maldiciones que le había echado en silencio…siempre habían sido con la imagen del padre en mente. Estaba convencida, y desilusionada, de que Mike había sido un fraude. Muy amable, hasta el momento en que le pagamos…

El hijo, visiblemente emocionado, añadió que todos los clientes de su padre le decían lo mismo, ‘que era una gran persona’. Parecía que se tuviera que haber muerto el padre para que el hijo se enterara.

Al día siguiente de este incidente, los perros - encaramados en el mirador de la sala donde trabajo - empezaron a ladrar desaforadamente. Me tuve que levantar para callarlos. Miré por la ventana: una pequeña ambulancia se había parado en la casa de la vecina de al lado.

La triste casa rosada, como yo la llamo, lleva más de 10 años sin habitar. Fue cuando nos mudamos que la pintaron de este hermoso rosa grisáceo. Hace meses que otros vecinos me dijeron que Mimi, la dueña, no estaba contenta en la residencia y que quería volver a casa. La lujosa residencia donde vivía le costaba 12.000 dólares al mes. Su descontento con el servicio le hacía amenazar continuamente al personal con que los dejaría y volvería a su casa. Los vecinos que la conocen bien la describen como una persona insoportable y déspota. Sin familia, hija de los dueños - en su tiempo - de varios comercios en la calle principal (la pescadería, carnicería, los comestibles, frutería…) ha ido vendiendo estos negocios para costear su estancia en la residencia. Pero no se trata de que se haya arruinado; dinero le queda, pero no salud.

En la ventana estaba yo, cuando se abrieron las puertas de la ambulancia. En poco, apareció una silla de ruedas que dejaba asomar unas piernas esqueléticas y pálidas... un pequeño cuerpo y finalmente una cabeza desproporcionadamente grande con el resto. No pude verle la cara pero la anciana llevaba gafas y tenía el pelo blanco y lacio. Mimi había vuelto a casa.
En menos de 15 minutos la debieron de instalar y la ambulancia desapareció. Esa noche me asomé varias veces a la ventana por si la podía ver. Le he dejado saber, a través de la vecina más allegada a ella, que si nos quiere conocer que nos lo diga y le he pasado nuestro número de teléfono por si necesita algo.

No veo señales de ella. Por la noche las únicas luces encendidas son la de la cocina y otra tenue en el salón del frente de la casa; me imagino que ahora le servirá de dormitorio.
Hoy he visto entrar a una enfermera, pero sé que no quiere ayuda y que quiere estar sola. Mimi tiene 87 años; por su incapacidad física no puede desplazarse por la casa. Después de tantos años alejada de ella no disfrutará de los cuadros, colgados en diferentes cuartos, pintados por su padre y su hermana. Tampoco de los recuerdos dejados por su madre en los cajones y armarios de arriba.

¿Por qué habrá vuelto? Para acabar donde nació… ¿Qué estará haciendo ahora?... ajena a lo que yo escribo ¿Qué pensaría si lo leyera? Lo detestaría… ¿Cómo va a soportar las barricadas de nieve que cercarán su casa; no podrá subir al segundo o tercer piso para ver la calle… Perderá cuenta del tiempo: ahora que a las cinco ya es de noche, en unas semanas a las cuatro estará casi oscuro.

Me vuelvo a asomar y no hay rastro de ella. En las habitaciones que dan a mi patio las ventanas tienen las persianas a medio subir, seria fácil verla.

Presiento que tendremos un invierno largo y frío… Mi Buda ya se prepara para las nevadas de este invierno. También vigila la casa rosada.

domingo, noviembre 09, 2008

EL DIA DESPUES DE LAS ELECCIONES…

Me quedé dormida esperando ver si los demócratas se hacían con el Senado: 60 escaños necesita un partido para alcanzar una posición de dominio en el Congreso. A las tres y media de la madrugada, cuando me iba a la cama, habían conseguido 56. Cuando me despertó el teléfono a la mañana siguiente todavía estaban en 57. ¡El teléfono! El oftalmólogo… tenía cita a las ocho y media y eran las nueve menos cuarto.
“Maria, where are you?!”. Amablemente, Sara, la recepcionista me dice que si puedo llegar a las nueve y media el Dr. Roseane me podrá ver, un paciente ha cancelado.

Normalmente voy andando, el consultorio está a quince minutos de casa. Ya en la ducha pienso que no me va a dar tiempo. Pido un taxi, suelen tardar diez minutos…Sin peinarme y buscando el bolso, las llaves…sin tomar café, el taxi - en menos de tres minutos - está en la puerta. Me asomo y le hago una señal mientras me pongo el abrigo. Salgo y me doy cuenta que el día está nublado y húmedo. El taxi: limpio, gris como el día y frío como una antigua nevera. Un enorme irlandés - seguro que es irlandés - con gabardina y gorra, como si fuera de caza, me saluda. Veo que toma la dirección opuesta a la que yo habría tomado. Mientras que tuerce, a la izquierda unas veces y a la derecha otras, me va hablando del triunfo de Obama. No es realmente una conversación, no me deja meter baza, es más bien una especie de razonamiento para convencerse que “ha hecho lo mejor que se podía hacer”. Repetía: “es más inteligente que Bush, eso sí”. Sin acabar sus reflexiones nos encontramos frente al edificio. Me había traído en tres minutos y por sólo $4.75. Este hombre ya ha empezado a practicar la doctrina de Obama ‘servicio público’ ‘ayudarnos los unos a los otros’. Lo que decía Cristo… ¿no es Obama nuestro Redentor? Le doy una esplendida propina. No faltaría más: me levanto tarde, casi pierdo la cita con el médico, pero ahora… todo sobre ruedas. Hasta la recepcionista rusa, que siempre está de mal humor, me dice que acaban de hacer café; una forma de ofrecerme una taza que acepto convencida de que sabrá a agua sucia…Well, not bad, me despertará...
La sala está hoy medio vacía. Quizás no hicieron citas para el día después de las elecciones porque sabían que amanecerían rendidos. Gente precavida, no como yo. Veo que el Doctor Roseane pasa por detrás de las recepcionistas para llevarse la carpeta de su próximo paciente. Como de costumbre, porque es un encanto, hace lo posible para saludarme. Tiene una sonrisa tan cariñosa.... Siempre me sorprende que me recuerde, no lo veo con tanta frecuencia. Bueno este año he acabado con tres gafas: unas para leer, otras para el ordenador y hoy me va a tener que recetar otras para trabajar con las tareas de detalle de la joyería (las de la farmacia ya no me sirven). Vuelve otra vez, me mira inclinando la cabeza en un gesto complaciente. Hay algo nuevo en este hombre: parece más joven, más alto…ah, se ha dejado el pelo un poco largo, se le riza en el cogote de una forma graciosa.


Me llega el turno; quiero disculparme pero no me lo permite…efectivamente ha habido varias cancelaciones. Entre cambios de lentes, aparatos y lecturas de abecedario, en un momento oportuno, me lo quedo mirando y - sin saber cómo - le digo:“Si tuviera veinte años menos no le diría nada, no fuera a creer que estaba intentando ligar con usted, pero… a mi edad, estas cosas se pueden decir sin peligro ¡qué bien le queda el pelo largo!” Le ha hecho mucha gracia, se ríe a carcajadas, según se sienta a mirar de nuevo mis ojos a través de otras lentes me dice: “no me importaría que ligara conmigo”.
Uf… Le doy las gracias. Me contesta…”ya sabe, yo también estoy en esa edad” y sigue riendo. Me pongo seriecita, no quiero pasarme.
El doctor Roseane no encuentra ningún motivo por el cual vea esos ‘mosquitos’ flotando enfrente de mi…quiere que vuelva en un mes. Cómo no, ya tengo la cita.

Cuando salgo a la calle me doy cuenta : ¡no llevaba sus acostumbradas gafas!. ¡Ouch! ¿Cómo no lo he notado? Le podría haber echado otro piropo; todo habría sido por ese ‘servicio público’ que Obama nos pide. Procuraré no olvidarme la próxima vez que lo vea.
Hasta en un día gris, todo se ve de un color esperanzador la mañana siguiente a las elecciones, si tu candidato ha ganado... ¡Si vives en Massachusset!

martes, noviembre 04, 2008

domingo, noviembre 02, 2008

EL CUMPLEAÑOS DE LA REINA, by ROBIN


La reina de España cumple hoy 70 años. Y para sacar pelas de tan fausto acontecimiento mis colegas se han puesto a publicar libros. Uno lo ha escrito la corresponsal de TVE para los asuntos reales, Carmen Enríquez, una mujer clásica, o sea pedorrilla y plasta, intemporal. El otro lo ha escrito Pilar Urbano, una mujer eterna, de la Obra, dicen; una mujer que habló mucho durante un tiempo y que ahora callaba bastante. De derechonas de toda la vida. Y ¿qué pasa cuando salen más libros hablando de lo mismo y yo lo que quiero es que se hable sólo del mío? ¡Ah, amigo! Pues que se impone montar un escándalo, cueste lo que cueste. ¡No faltaba más! Los escaparates de las librerías se han llenado de muchos más títulos con la cara sonriente e infantil de Sofía.
En el libro de Urbano vienen declaraciones de doña Sofía que no han caído bien a los lobbies gays ni a los progres de toda la vida. Que si dos hombres se aman, que se amen, pero de ahí a que les encante presumir de ello y le llamen matrimonio a su unión… va un trecho. Que la ley civil nunca puede ir en contra de la natural (ahí, desbarra usté, mi majestad) en fin naderías por el estilo. El caso es que la Casa Real había dado el nihil obstat a la obra de Urbano. ¿A qué viene ahora esta escandalera? Lo más gracioso es que el corral se ha puesto a montar un cirio de cuidado. Me encanta cuando la Providencia envía pruebas de fuego para someter a la joven democracia española a desafíos en los que rechina un poco. Todo el corral opinando que si la reina debe permanecer calladita que está más mona, que tiene el derecho de hablar y decir lo que piensa… Ha habido de todo.
Hoy mismo he leído un articulo de Juliana, en La Vanguardia, que afirma con gracia, que de todo esto se deduce el trabajo underground de la derecha madrileñista (sic) que lo que persigue es mandar a casa a la Monarquía e instaurar una buena República que ponga orden en el gallinero independentista catalán y vasco. Las palabras son mías pero el espíritu pertenece al subdirector de La Vanguardia, como digo, observador en los madriles de las cosas que pasan para contarlo en su dulce Catalonia.
¡Ay! Y una piensa, en este día de Fieles Difuntos, después de una noche de órdago, con tormentas encabalgadas que multiplicaban su estruendo por las montañas, árboles caídos, carreteras colapsadas, etc., etc. (un tornado se ha cernido sobre Tarragona), que el ser humano tiene poco remedio, pero resulta francamente divertido. Y si es español, ni te cueto.

Robin.
2 de noviembre 2008
Enlaces:

martes, octubre 28, 2008

JOE THE PLUMBER


GONE TO CAMPAIGN

FOR JOE THE PLUMBER…!!




Love those bald, muscular men....!
Back after the elections!

lunes, octubre 27, 2008

KILL GIL


El viernes por la tarde caí en el sofá rendida… La tensión del día, a la espera de que mi perrita saliera de una simple operación quirúrgica donde la mayor complicación era la anestesia. Me había tumbado cerca de ella. Las únicas señales que daba mi vieja compañera eran que la dejáramos en paz.

Puse la tele y salió el canal de la noche anterior Sundance, que miro con frecuencia. El documental que ofrecían captó mi atención
Un hombre sonriente, aun en su evidente dolor, es trasladado de una cama a otra. Tiene una herida cerca del cóccix, una llaga producida por el tiempo que lleva sin moverse de esa posición horizontal (pienso, recordando la muerte de mi madre) pero también - explican ahora - por una infección de estafilococo que está comiendo la piel y todo lo que encuentra a su paso, hasta el hueso. La herida parece la boca de un pequeño volcán. Algo me dice que debería cambiar a otra cosa menos sobrecogedora ya que no he pasado un día particularmente tranquilo. Este hombre va explicando - unas veces en inglés y otras en italiano - el proceso por el que está a punto de pasar: limpiar la llaga hasta el hueso, rellenarla, y ponerle un remiendo. Su sentido del humor es impecable: se refiere sin rodeos al sitio de la llaga como ‘culo’. Debe tener unos cuarenta y pocos años…alto, atractivo y con un cuerpo en forma. No es posible que haya pasado mucho tiempo en esta situación de paralítico. Definitivamente de origen indio. Sus ojos y su sonrisa son un imán poderoso.



Está en una clínica en Suiza. Su habitación es amplia, moderna, con grandes ventanales. Se me ocurre que si algún día pierdo mi movilidad me gustaría ir allí. Claro, debe costar un dineral…pero quizás es gratis para todos los ciudadanos suizos. Ah! nadie - que viva en un país desarrollado - tiene peor medicina que EE.UU.… Las enfermeras son como ángeles de manos mágicas, parecen haber sido elegidas para una película. Entre tanto dolor y desgracia para este hombre de tan buen humor y graciosa ironía... ¡qué suerte estar ahí! El documental sigue.
Deduzco que está en una clínica para parapléjicos donde le enseñarán a valerse por si mismo en una silla de ruedas. Todos ellos, los otros pacientes, parecen gente importante que ha sido decimada por no sé qué plaga y ahora aprenden en esta clínica de lujo - casi un hotel- a vivir sin el uso de sus piernas.

En una de las escenas me quedo con el nombre del protagonista de este documental, Gil Rossellini. Tengo mi ordenador cerca y Google me explica que es hijo adoptivo de Roberto Rossellini. Hijo de la guionista india, Sonali Das Gupta, con la que se casó en 1957, cuando el pequeño Gil tenía sólo un año. Me había parecido haber visto, en una de las escenas, a Isabella Rosselini visitarlo. No le había dado importancia, pensé que la actriz haría una de esas visitas de caridad-publicidad. Ahora Google me dice quién es Gil Rosselini: cómo llegó a esta situación y con que entereza ha sufrido sus últimos años; al mismo tiempo que ha filmado una serie de tres documentales sobre este calvario. El que yo veo es “Kill Gil” II. Las últimas escenas tienen que ver con la reconstrucción de las llagas en sus brazos. Los cirujanos intentan averiguar qué ocurre con los tendones de varios de sus dedos, que no le permiten tocar su guitarra, compañera en esta miseria. Descubren que no hay tendones, la bacteria los ha destruido hasta el punto de su desaparición. Gil está desanimado, casi al borde del llanto. Se permite la expresión ‘mierda’ en alguna ocasión.

Gil Rosselini recuerda el centenario del nacimiento de su padre adoptivo, ‘un buen padre’. Habla de lo apegado que está a su hermana Isabella ‘por su espíritu practico’ que le ayuda a crear un futuro donde desenvolverse bajo las condiciones presentes, que solo pueden empeorar.
Gil había muerto dos semanas antes de yo ver este documental. El volumen dos y medio de “Kill Gil” (nunca llegó a ser III) se presenta en Roma este miércoles 29.

Y yo me siento afortunada de haber encontrado, por pura casualidad, por este ‘mágico’ estado de ánimo en que estaba y que no me permitió cambiar de canal, con alguien a quien merece la pena conocer - aun después de su muerte - y que seguiré atenta a lo que de él se haga en el futuro.

domingo, octubre 26, 2008

MANUEL MONTERO EN PARIS



Manuel Montero, pintor y escritor granaino con residencia en Paris, conocido en este blog por sus asiduos paseos, acaba de lanzar al mercado su colección de seis novelas, publicadas por la editorial Meligrana. Por el enlace que dejo podrán ver que están cuidadosamente impresas e ilustradas con dibujos del pintor. De gran interés es el párrafo que la editorial aporta - en francés y español - y en el que señala las intenciones de la escritura de Montero:

Él confiesa que lo que le mueve a seguir escribiendo es el puro interés de vender mejor su pintura, de cerrar varias polémicas que su obra pictórica ha suscitado, pero posiblemente el placer de contar lo más íntimo, lo más secreto de sí mismo, lo impulsa a añadir desnudez a la desnudez pintada.

En mis, también cortos paseos por su blog, descubro a un escritor influenciado por los movimientos de vanguardia : por la raiz del pensamiento de Tzara, la necesidad de romper con el canon literario; por los surrealistas . . . Pero así como estos experimentaron con los sueños para recrearlos en una escritura automática, en lo poco que he leído de Montero, este intento en él es intencionado y elaborado. Su escritura fluye desordenadamente mostrándonos a un lector conpulsivo y por tanto un escritor erudito. En su escritura aparecen sus copiosas lecturas, desde los clásicos (Platon, Séneca) hasta los menos convencionales (Sade , Artaud) y cómo no, el Quevedo escatológico, obsesionado con el cuerpo, y Lorca... y su aficción al psicoanálisis. Un artista que quiere ‘escandalizar’ a su lector: cuando éste menos lo espere se abrirá la gabardina y nos mostrara el sexo de una forma bestial. Abrirá su boca y proferirá obscenidades y nos mostrara la violencia de tipo sexual.

La mujer es el objeto principal de su obra; retratos inquietantes para algunos, mostrándola - por escrito y en su arte - a veces con brutalidad otras con una sensualidad casi ingenua. Estos contrastes son los que hacen que algunos nos desanimemos en el intento de querer entender mejor su obra.







El Montero que me interesa es el que nació en los años 70, ya crecido, y que más tarde decide vivir en Paris, en ese Paris que patearon sus maestros: Hemingway, Picasso, Breton, Artaud, Man Ray, Dalí... El que busca esos tiempos pero descubre que el café que él se toma en el Ritz habría sido prohibitivo para la mayoría de los bohemios de esas décadas que él parece añorar.



Manuel Montero nos manda una muestra de uno de sus largos textos « Bar Hemingway” que forma parte de una de sus seis novelas.

Cuatro y pico de la mañana. No consigo dormir. Esta noche me tomé el café más caro de mi vida. Veinte euros en el hotel Ritz, de la place Vendome. Para colmo he vomitado la copiosa cena que tomé en la Closerie des Lilas, justo antes de ir al Ritz. Julia Kristeva va mucho por allí, digamos que es un sitio de intelectuales ricos y algunos actores y músicos. Me pregunto qué me pudo sentar mal. No estoy acostumbrado a beber vino en todo caso.
Mi tía me estuvo diciendo que hago los mismos gestos, y tengo las mismas gafas, que Peter Sellers.
Yo no sé si es el yoga, pero realmente consigo parar el pensamiento. Estaba allí, en medio del lujo, y me parecía como si hubiese vivido toda mi vida entre algodones.
Incluso me pude permitir estar pensativo.
Cuanto más tarda el reconocimiento más se prepara uno. Nadie es profeta en su tierra. Me había planchado la camisa yo mismo. Me había cosido solo el botón del pantalón. Y entraba en esos templos de la fama con una gran sonrisa.
Bartrihari, el poeta indostánico, dice de Lakshmi, la diosa de la riqueza, que es voluble como una prostituta, en el sentido de que no es fiel. Pero se puede hacer la otra lectura, algo transversal, de que esa diosa, nacida de un océano de leche, está al alcance de todos, con tal de pagarle la sesión.
Desde que voy a psicoanalizarme tengo una simpatía creciente por las prostitutas, con su dignidad remendada, y sus mentiras piadosas, porque tienen, al igual que la diosa indostánica, mucho de terapeutas.
El encuentro, pues, con la riqueza extrema, funciona como purificación, como purgativo, y es como el breve favor de una rubia venal. El arte se convierte en acción de gracias. Infinitas gracias. Desde la infancia los dibujos que querían gustar, que buscaban confortar....


NOTA: Las fotos de las imágenes fueron tomadas por Eve Livet.

jueves, octubre 23, 2008

UNA HISTORIA DE LA CRIATURA PERDIDA ALLÁ EN EL TIEMPO

A poco más de una semana del “Halloween”, ‘Día de los muertos’ por aquí y acercándonos al dos de noviembre, Día de los difuntos para ustedes, recibo este triste relato de uno de nuestros comentadores. CRIATURA PERDIDA ALLÁ EN EL TIEMPO.
Gracias por compartir, como siempre has hecho, esa sensibilidad poética tuya de la que tanto disfrutamos.

LA TUMBA

El pájaro levantó el vuelo y en un momento, tras verle describir un círculo que parecía de despedida, sin saber cómo, desapareció de su vista.

Ella estaba allí, de pie, aguantando llorosa la pena que le estaba cerrando la mente, sin creerse su marcha, definitiva y fatal. Intuía vagamente que el proceso por el que la realidad se impondría finalmente iba a ser más doloroso que el último adiós. La muerte se lo había llevado, y él no volvería.

El césped en otoño estaba caldeado con un sol difuso y los árboles parecían cansados. Ella también se sentía cansada.

Otro pájaro voló y desapareció, veloz.

Se quedó sola. No veía más pájaros y él había muerto.

La muerte se hizo patente. Él estaba en su tumba, bajo la pradera verde que se extendía húmeda, al sorprendentemente cálido sol de aquel otoño. Le gustaba tomar el sol, indolentemente. A él le gustaba. Pero ya no, el sol no podría acariciarle más.

Entonces, ella lo presintió allí y, en un chispazo efímero de su mente cerrada, lo vio saliendo del suelo, buscando el sol en su piel. La chispa se fundió y él siguió dentro, en su tumba soleada y caliente. Ella la había elegido con mucho cuidado porque era para él. Con todo su amor desbordado en la nada. Y allí estaba ahora. Al sol que calentaría su trozo de tierra y que ahora parecía irreal, o impertinente, o irrelevante, o disparatado. Vacío.

Miraba la piedra, repitiendo para sí una y otra vez su nombre y sus dos apellidos, allí escritos. Los repetía como una letanía interminable y lloraba por el sol presente en su ausencia, por el derroche de luz, por el cansancio de la tristeza profunda recién descubierta y ya tan pesada.

Vio de nuevo, esta vez más lejos, un pajarillo muy pequeño que buscaba algo que comer en la hierba.

Quizás también vendrían pajarillos a veces a su tumba soleada. Quizás cantarían.

Cantos, luz y calor, en un campo inmenso de tiempo y soledad.

Recuerdos y llanto en un futuro repleto de vueltas y revueltas queridas y temidas, voluntarias y obligadas, y siempre irreprimibles, alrededor de aquella losa tan cuidadosamente escogida, tan esmeradamente vigilada, tan sola, tan inmóvil, tan indiferente, tan parada.

domingo, octubre 19, 2008

Bill Ayers: Maestro de Maestros


Habíamos quedado en un café cerca de la Universidad. Le había mandado un e-mail donde le pedía que hablara a mi clase: un grupo de 25 estudiantes de primer año de la Universidad de Illinois en Chicago que habían elegido - de los seminarios ofrecidos como requisito para ellos - mi clase, “Teaching: A Life of Learning” (La enseñanza, una vida de aprendizaje). No nos conocíamos pero sabía que era uno de los profesores de la Facultad de Educación más ocupados. Había oído hablar de él a varios de los estudiantes a quienes yo guiaba en el laberinto para conseguir la licencia estatal que les permitiría enseñar en las escuelas públicas de Chicago. Me contestó; quería que nos viéramos y le explicara de qué iba la clase y qué tenía que hacer él para que su visita fuera eficaz.

Entré en el café - un poco ecléctico - buscando a un profesor en sus cincuenta y tantos…Alguien, al fondo del salón, levantó la mano; con la otra sostenía su café, varios libros reposaban bajo un periódico. Ahí que fui. Me pareció un motociclista, pero no había visto ninguna Harley aparcada afuera. El me reconoció (ahora me doy cuenta de que miraría en la página del departamento de español, mi foto andaba por allí) Llevaba un chaleco de cuero, debajo una camiseta de manga corta, por donde asomaba un antiguo tatuaje, y un arete en la oreja izquierda. Tenía, y tiene, unas respetables entradas y el resto del pelo rizadillo; una mirada directa y jovial. Sonreía fácilmente.

Se entusiasmó con la idea de esta clase. La escasez de estudiantes que se gradúan de las universidades de EE.UU. para dedicarse a la Enseñanza Media es alarmante. Cuando llegué a la Universidad de Illinois en Chicago y vi el número de graduados en la enseñanza de ciencias, matemáticas y español no me lo podía creer. Las escuelas públicas de Chicago estaban contratando a profesores de España y Latinoamérica para cubrir la falta de personal que enseñara clases de español a estudiantes bilingües y angloparlantes.

Entre elementos de carácter teórico y práctico, una de las partes fundamentales del éxito del semiranio “Teaching: A Life of Learning” era la participación de los invitados: maestros, profesores, antiguos alumnos, administradores…que motivaran a este grupo a dedicarse a la noble, y mal pagada, profesión de enseñar. Eso es lo que tenía que hacer Ayers: llegar a la clase y hablarle a los chicos de su experiencia como profesor, educador de futuros profesores y conocedor de la grave situación en que se encuentra nuestro sistema educativo.

El primer año le dejé - como a los otros invitados - 45 minutos de las dos horas y media que duraba la clase. Los chicos estaban en vilo. ¿De dónde había salido este hombre? Las anécdotas que contaba, las satisfacciones que les prometía…hasta los sueldos -descubrimos- eran atractivos. No era suficiente 45 minutos. El segundo año le pedí que se quedara una hora, el tercero y último hora y media. Año tras año Ayers era evaluado por mis estudiantes como el invitado más convincente y eficaz de los que por allí habían pasado.

Quién me habría dicho que este hombre, campechano, cariñoso, todavía con la ilusión y entusiasmo de esos adolescentes que quieren conquistar el mundo y devolvérnoslo en un estado puro, iba a desestabilizar las elecciones a la presidencia unos años después.
¿Que si sabía de su pasado? No, en un principio, cuando lo invité a mi clase. Alguien se encargó más tarde de informarme. Un año después salía su autobiografía. Pero ¿y qué?
Cuando salí de España en 1977, dejé atrás a una juventud totalmente comprometida con la política. Llegué a otra sociedad donde los estudiantes pasaban por la universidad ensimismados en lo que sería su futuro, sin prestar atención a lo que ocurría en el resto del mundo o en su propio país. Mi desencanto con la indiferencia al voto de esto jóvenes era frustrante. No se podía hablar en las aulas de otra cosa que no fuera de la materia enseñada, o te destrozarían en las evaluaciones por no ceñirte a ‘tu obligación’. La época en que la palabra ‘liberal’ era un insulto infame. No salía de mí asombro, yo que siempre había idealizado a los liberales, la flexibilidad, el entendimiento hacia un mundo más justo. No, no me preocupaba en absoluto que Bill Ayers hubiera tenido un pasado parecido al de muchos de mis compañeros de la Complutense. Es más, nunca indagué en su pasado, tenía suficiente con lo que le oía decir a mis estudiantes. Esos estudiantes, hoy, recordarán ese tiempo en que Ayers pasó por nuestra aula y se sentirán orgullosos de haber conocido a alguien distinto, todavía leal a sus principios.

Va a hacer dos años que solicité la ciudadanía en este país…me dicen que están investigando mi pasado. Ahora entiendo mejor a Obama. Los dos nos hemos codeado con un terrorista! No podré votar, no soy ciudadana todavía, pero muchos jóvenes lo harán por mí, es algo que ha cambiado en EE.UU. en estos últimos ocho años. Para algo han servido los errores de Bush.
Enlaces:
Blog de Bill Ayers: http://billayers.org/
Bill Ayers contesta a sus críticos (sobre su pasado y su presente):
Bill Ayers sobre las satisfacciones de la enseñanza

martes, octubre 14, 2008

LUIS GOYTISOLO EN BOSTON



Le contaba a Luís Goytisolo y a su mujer Elvira Huelbes que hace tiempo puse en el blog unos poemas de su hermano Agustín y uno de los comentarios que hicieron decía: “es imposible seguir a este autor ¡publica tanto!”. Los dos se rieron. Los acababa de conocer, estaban sentados al pie de la escalera de mi casa que lleva al segundo piso. En la sala de al lado unos pocos amigos íntimos que la pareja y nosotros tenemos en común. En la cocina el caldo de una sopa de pescado y mariscos esperaba su último toque para servirla.

No es muy común que en una misma familia se den tres hermanos escritores y que hayan publicado simultáneamente. Goytisolo es un nombre que suena mucho y bien, pero sólo los lectores que se alimentan de la literatura podrían distinguir entre los tres hermanos: Agustín (1928-1999) Juan (1931) y Luís (1935).

Al caldo, preparado la noche anterior, había que añadirle los mariscos y el pescado, darle un hervor y servirlo caliente. Me retiré del grupo discretamente y fui a la cocina. Unos minutos después Luís me preguntaba por el cuarto de aseo. A su vuelta se detuvo al lado de la hornilla y empezó a comentar el buen aspecto de las vieiras, las gambas, mejillones…Tenemos amigos y conocidos en España que él también conoce; le pregunto si los ve, cómo están, les mando saludos y en poco estamos hablando del ambiente literario en Madrid. Barcelona…Su necesidad de alejarse de la ciudad para escribir, su amor al campo, a la naturaleza. La sopa está hirviendo más de lo que debiera, los amigos en la sala se preguntarán que dónde demonios está el invitado de honor. Yo caigo en la cuenta de que nunca he podido hablar y cocinar, cuando esto ha ocurrido la cena siempre ha sido un desastre. Lo interrumpo con humor y le digo que vuelva a la sala si quiere comer sopa. Lo hace diligentemente.

Ya sentados a la mesa y todos presentes se me ocurre que le he podido dar la falsa impresión de que conozco su obra, cuando sólo he leído algunos de sus ensayos y artículos periodísticos. Le digo en voz alta que, de los tres Goytisolo, él es al que menos he leído… Añado - porque es verdad - que es el más guapo de ellos. Elvira se ríe y creo que a Luís no le ha parecido mal el comentario. Mi marido y el resto de los amigos ya están acostumbrados a mis salidas espontáneas. Luís Goytisolo, escritor, hombre, lo siento accesible, casi cercano.

Pero con quien verdaderamente he congeniado es con Elvira. Su naturalidad, su franca sonrisa te hacen sentir que estás con una amiga de hace años. Su contagiosa seguridad da la sensación de que podrías contarle tus zozobras y ella entenderte. Su carrera como periodista - excelente entrevistadora - seguro que le ha dado ‘tablas’, pero no, es lo contrario: es su personalidad lo que la debió llevar a la profesión y no lo que ocurre con frecuencia, que nuestra profesión nos convierte en algo que realmente no éramos.

Quedamos para el día siguiente en la presentación de la obra del escritor que Luís Goytisolo, Elvira y Gonzalo Sobejano tendrán en Boston University. Nunca llegué, debido a un incidente médico que sufrió ese día un amigo y necesitaba atención. Sé que alguno de los lectores de este blog estuvo entre el numeroso público y espero que nos comente el acto.
Al despedirnos, y sé que nos volveremos a ver, le pregunto a Luís cual de sus novelas me recomienda para adentrarme en su narrativa. El se inclina por las de su primera época. Miro a Elvira y le digo que cuál sería la que me permitiría entender mejor, no tanto al autor sino al hombre que acabo de conocer. Ella no duda: Diario de 360º

Ahora, a más de mitad de esta novela - a manera de diario- sé que, como el cangrejo que no quiso pisar Camino, recorreré hacia atrás la obra de este singular escritor hasta llegar a la primera, “Las afueras”. Espero no encontrarme con un ciego que me impida este propósito, como ocurrió a ese cangrejo que Camino intentó salvar.

De Diario de 360º
Sábado 17 de abril. EMPEZAMOS BIEN. Camino: su expresión de gran herbívoro, de ciervo a la vez apacible y alerta, mirando no sólo con los ojos sino encarando con el rostro entero, las pupilas que desviaba mientras escuchaba a su interlocutor, como temiendo que sus palabras mermaran la propia capacidad de prestar atención al contorno. Y las cosas que le ocurrían, que sólo a ella podían ocurrirle. Aquella vez, en el mercado, cuando al pasar ante el mostrador de una pescadería vio moverse con cautela a un cangrejo caído al suelo, alejarse con precaución paso a paso, justo en el momento en que llegaba al puesto un ciego que voceaba la lotería. Camino, temiendo por la suerte del cangrejo, estuvo a punto de detener al ciego, pero el miedo a ofenderle la hizo vacilar. Por suerte el ciego pasó de largo sin rozar siquiera al cangrejo. Y Camino se disponía a recoger el cangrejo cuando el dueño de la pescadería dijo, oye, ¿qué número traes?, y el ciego se dio la vuelta y espachurró al cangrejo, sin que ni tan siquiera le llamase la atención el chasquido que se produjo bajo la suela del zapato.

NOTA: Luis Goytisolo se encuentra en EE.UU en una gira para presentar la traducción al inglés de “360º Diary , traducido por Pamela DeWeese.

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